Valentino Simón, el héroe de las historias

viernes, 13 de septiembre de 2013

Versión definitiva (por ahora)

Como todo el que escribe sabe, la versión no es la defiitiva hasta que no sale el libro, así que va la que por ahora, por hoy, lo es, del primer cuento de Las aventuras de Valentino, con final abierto para que los chicos lo dibujen.

La selva de Valentino


Valentino arrancó una hoja del cuaderno de mamá y la doblo una y otra vez hasta tener un cuadradito que cabía en la palma de su mano.
La miró un ratito, después, la fue abriendo despacio. Mientras desplegaba el papel fue descubriendo,   escondido entre las líneas marcadas por los pliegues, un tigre amarillo como el sol.
Cuidadosamente repasó las líneas con un crayón.
Contemplaba su obra muy contento, cuando, de repente, el papel comenzó a retorcerse entre sus manos.
Valentino, asustado, abolló el papel y lo tiró con fuerza al suelo.
Un maullido de dolor se desprendió del bollito blanco y amarillo. Valentino se acercó a la pelotita de papel y la tocó con la punta del pie. Con precaución la empujó un poquito. Una garra afilada y moteada, se asomó entre los renglones, mientras otro maullido, más fuerte que el anterior salía dibujado por el aire. 
Valentino se colocó el casco y el escudo de guerrero.
Se miró al espejo y rugió como un tigre.
Lentamente, se acercó al bollito de papel  y lo abrió. 
Allí, en la hoja, un tigrecito manchado, de brillantes ojos azules, se retorcía entre los renglones. 
Valentino estiró el papel y lo sacudió.
El tigre saltó de la hoja, rugió y a Valentino se le voló el casco y el escudo.
El tigre, de un salto, perdió en la selva.
Valentino doblo una y otra vez una hoja de papel, después la abrió y miró las líneas con mucha atención.
¿Qué encontró Valentino entre las líneas?



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